El presidente Pedro Cortés ligó su marcha del Valencia a la venta del jugador insignia durante los últimos años, así que abandonó la presidencia y la dejó en manos de Jaime Ortí. Esto sumado a la tristeza por haber perdido la segunda final consecutiva de la Liga de Campeones, a la no clasificación para dicha competición la temporada anterior, a la plantilla sin grandes estrellas ni jugadores de renombre, chandal futbol liverpool y a la marcha de Gaizka Mendieta provocó que muchos miraran el futuro con pesimismo.